La Casa
Conchitta surge de un encuentro fortuito que determinó el destino. Concepción Sabando Calzada, conocida como Conchita, abrió las puertas de su sombrerería en el año 1962, en el castizo barrio de Salamanca. En 1994, Miguel Marzo y Jesus Díaz se incorporan de la mano de Conchita a este oficio, que les inspirará una nueva manera de concebir la moda.
Ahí es donde comienza su andadura creativa. Un aprendizaje definido con un término procedente de la lengua francesa, "le chapeau modiste". Se trata de un arte consistente en la creación y fabricación de moldes perecederos, destinados a diseñar sombreros y tocados únicos. Es un acto de rebeldía ante una industria de moldes de madera, diseñados para fabricar sombreros en serie. Es la búsqueda de la belleza efímera pero distinguida, que se renueva cada año con nuevas creaciones. Un reto que afrontamos desde hace ya más de dos décadas y que persigue sorprender cada temporada.
Rafia, seda y crin se mezclan con plumas, velos y tules para materializar nuestras piezas que conceden protagonismo a la mujer. Piezas únicas e irrepetibles que se diseñan situando a cada mujer en el centro de la creación. Sus rasgos, sus facciones, la estructura de su cabeza son las premisas sobre las que se asienta cada composición. Tocados y sombreros que se adaptan a los requisitos de todos los eventos.
Nuestra filosofía es el inconformismo. No damos nada por hecho porque perseguimos descubrir algo nuevo cada día. Abordamos cada pieza como un problema matemático, como una incógnita que hay que despejar. Huimos de la tendencia efímera, queremos ser un clásico que se hace imprescindible y nunca pasa de moda.
En definitiva, queremos estar, no llegar.